Hongos y Calidad Interior del Aire


Hongos y Calidad Interior del Aire


Los hongos constituyen un grupo muy numeroso de organismos. Se han descrito aproximadamente 500.000 especies, (se estima que pueden existir entre 1 y 1,5 millones de especies), pero sólo un pequeño  número (aproximadamente 100) son patógenos de animales y plantas.
Presentan una amplia distribución en la naturaleza, contribuyendo a la descomposición de la materia orgánica  y  participando en numerosos  ciclos biológicos.

Desde  1969,  los hongos han pasado a constituir un reino aparte, el reino Fungi (Whittaker). Según, Ainswort (1973), los hongos verdaderos  (Eumycota) están agrupados en una gran división que presenta 5 subdivisiones: Mastigomycotina, Zigomycotina, Ascomycotina, Basidiomycotina, Deuteromycotina. Todas las subdivisiones, excepto Mastigomycotina,  presentan hongos de importancia médica.
Alexopoulos et al., (1996) proponen una nueva clasificación de los organismos del Reino. Ellos incorporan a los hongos en 4 Phyla: Chitridiomycota, Zygomycota, Ascomycota, Basidiomycota. Los organismos clasificados anteriormente como      Deuteromycotina fueron reagrupados y la gran mayoría se integraron al Phylum Ascomycota.  Esta nueva clasificación se basa en el análisis con métodos modernos, principalmente por técnicas de biología molecular.

La morfología de los hongos es variable, pero básicamente se reconocen 2 formas: unicelulares denominadas levaduraspluricelulares, multinucleados que corresponden a los hongos filamentosos o miceliales.  Pueden reproducirse en forma asexual (anamorfa)  por conidios  y sexual  (teleomorfa)  por esporas. Además la  reproducción puede ser interna o externa y cada grupo de hongos presenta un tipo particular de reproducción sexual y asexual.


Tabla 1.  Phyla que presentan especies de  hongos de importancia médica  y el tipo de reproducción.

El desarrollo de una  infección fúngica depende del estado de los mecanismos  de defensa  del hospedero, los  factores de virulencia del  hongo y la dosis infectante. En general, los hongos causan enfermedades en hospederos inmunodeprimidos, aunque existen algunas especies de hongos que son patógenos primarios (siempre producen infecciones) tanto en  pacientes inmunocompetentes como inmunodeprimidos.



El elevado número de conidios presentes en el aire y la  baja incidencia de las micosis en hospederos inmunocompetentes  nos demuestra que, a pesar de que la mayor parte de las personas están expuestas a un gran número de hongos, estos microorganismos son habitualmente eliminados por los  mecanismos  de defensa del hospedero.
La exposición a los conidios de diversos hongos  se produce tanto en  espacios abiertos como interiores, muchos de  los  hongos  que  se encuentran en el   interior, son los mismos  que se encuentran en  el  exterior de los  edificios, penetrando por ventanas y puertas, sistemas de  ventilación, o por grietas u otras aberturas en las paredes.
Los hongos pueden también ser  introducidos en  los edificios a través de la tierra arrastrada por los zapatos.

Algunas especies de hongos, como Penicillium y Aspergillus, ( Figura 1) se encuentran en concentraciones mayores en el interior de  los edificios que exterior.
El desarrollo de una  infección fúngica depende del estado de los mecanismos  de defensa  del hospedero, los  factores de virulencia del  hongo y la dosis infectante. En general, los hongos causan enfermedades en hospederos inmunodeprimidos, aunque existen algunas especies de hongos que son patógenos primarios (siempre producen infecciones) tanto en  pacientes inmunocompetentes como inmunodeprimidos.
El elevado número de conidios presentes en el aire y la  baja incidencia de las micosis en hospederos inmunocompetentes  nos demuestra que, a pesar de que la mayor parte de las personas están expuestas a un gran número de hongos, estos microorganismos son habitualmente eliminados por los  mecanismos  de defensa del hospedero.

La exposición a los conidios de diversos hongos  se produce tanto en  espacios abiertos como interiores, muchos de  los  hongos  que  se encuentran en el   interior, son los mismos  que se encuentran en  el  exterior de los  edificios, penetrando por ventanas y puertas, sistemas de  ventilación, o por grietas u otras aberturas en las paredes.
Los hongos pueden también ser  introducidos en  los edificios a través de la tierra arrastrada por los zapatos.
Algunas especies de hongos, como Penicillium y Aspergillus, ( Figura 1) se encuentran en concentraciones mayores en el interior de  los edificios que exterior.


Colonias de Penicillium y Aspergillus

El número total de conidios  fúngicos en  el aire puede variar desde < de 200 hasta > de un millón por  metro cúbico, dependiendo del   momento del día, la estación del año, la localización geográfica, la presencia de fuentes de esporulación, etc.
Es frecuente que el recuento de conidios  fúngicos  supere los 4000 por metro cúbico, siendo de éstos, más de  2000 de  Cladosporium y más de 1000 de  Alternaria. Cabe destacar que  Cladosporium herbarum,  contribuye  con el mayor número de conidios  en los ambientes abiertos y  es considerado una causa importante de alergia respiratoria.

La posibilidad de que una persona inhale conidios  fúngicos, tanto en ambientes abiertos como cerrados, es elevada.  Sin embargo, aunque   la concentración  en el aire de Cladosporium es mayor, existen  más personas  alérgicas a Alternaria que a  Cladosporium y las respuestas son  más severas contra Alternaria.


Estudios realizados en  niños alérgicos, han  demostrado que el riesgo de sintomatología respiratoria aumenta de 1,5 a 3,5 veces cuando viven en casas con porcentajes  elevados de humedad o lugares  en los cuales se demuestra el crecimiento de hongos.De forma similar a lo observado en  ambientes donde los niños están expuestos a humo de tabaco  y otros contaminantes ambientales. Se considera que estos problemas de humedad y crecimiento fúngico afectan a un  20–50% de las casas y se asocian a un mantenimiento inadecuado de los sistemas de calefacción, ventilación o de aire  acondicionado, todos ellos factores importantes para el crecimiento fúngico.
Las condiciones óptimas para el crecimiento de los hongos se producen en un ambiente  caluroso y con una humedad relativa del aire elevada. En los bosques, los hongos crecen en troncos y vegetación putrefacta, especialmente en áreas húmedas y en  sombra. En los hogares, son más frecuentes en los sótanos y armarios húmedos, cuartos de baño, frigoríficos, colchones,  contenedores de basura y muebles tapizados.

Algunos  conidios  fúngicos son propulsados a la atmósfera por procesos que dependen de la presencia de agua y aumenta su concentración aérea durante los períodos de humedad y lluvia, mientras  que otros son transportados libremente por el viento en días   secos y ventosos. Este polvo orgánico puede sedimentar en  diferentes superficies o puede ser inhalado por el ser humano  u otros animales y depositarse en  la  superficies mucosas respiratorias o en la conjuntiva. La exposición repetida  a estas partículas fúngicas aumentan el riesgo de que se desarrollen reacciones alérgicas específicas contra antígenos fúngicos.

Aspergillus está ampliamente distribuido en  el ambiente, se encuentra en el suelo, en el aire, en plantas y materia orgánica en descomposición  y en los hogares en el polvo y alimentos.  Su presencia en el ambiente hospitalario se ha asociado en algunas situaciones a brotes de infecciones  nosocomiales. Ejemplo: Aspergillus fumigatus, Aspergillus  flavus, Aspergillus nidulans, Aspergillus niger. Muchos de estos brotes intrahospitalarios están relacionados  con obras de construcción, ya sea  en el mismo hospital o cerca de él, especialmente cercanos a  salas  de  pacientes neutropénicos, con cáncer o transplantados   o bien  por sistemas de ventilación.

La medida  de prevención más importante  se basa en evitar la  exposición   a los conidios de los hongos, tanto en ambientes internos como externos , medida  que es imposible de ejecutar,  por lo tanto,  se recomienda  evitar humedad en paredes, closet,  marcos de ventanas , airear las habitaciones con frecuencia, no guardar ropa o zapatos húmedos , eliminar  desperdicios alimenticios   y basuras  con frecuencia , no acumular polvo en las habitaciones y alfombras. La norma de considera que los hongos  deben estar en un nivel de presencia de 750 ufc/mm3 de aire.
En los espacios abiertos se recomienda   evitar exponerse a vegetación en descomposición,  zonas de elaboración  y transporte de granos y harinas, y movimientos de tierra, especialmente obras de construcción  de casas o edificios.

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